La división de poderes es el principio organizativo de los Estados modernos según el cual las funciones legislativa, ejecutiva y judicial se ejercen a través de órganos distintos e independientes entre sí.
La división de poderes permite que los diferentes poderes se limiten y moderen recíprocamente, creando una dinámica de pesos y contrapesos, de modo que entre ellos haya equilibrio y ninguno pueda prevalecer sobre el resto.
En México la soberanía reside en el pueblo; existen tres poderes de la Federación: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Legislativa, que produce o crea las leyes.
Ejecutiva, es la encargada de la aplicación de las leyes. La Secretaría de Gobernación lo hace por conducto del Diario Oficial de la Federación.
Judicial, tiene que ver con la palabra justicia. Corresponde resolver los conflictos derivados de la aplicación de las leyes y de la convivencia social.
Así que ya sabes cuál es la función a grandes rasgos de la competencia de cada uno de los tres poderes en nuestro país.