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En México hay alrededor de 54 millones de mujeres de 15 años o más. De dicho rubro de la población, 24 millones de mujeres están económicamente activas, mientras 30 millones no lo están, de acuerdo con el INEGI.

Las mujeres en la economía mexicana desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del país. Aunque enfrentan desafíos, su contribución es significativa.

Las mujeres, son parte esencial del crecimiento económico y la generación de riqueza en México. La equidad de género impulsa la productividad, la innovación y la competitividad. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha afectado a las mujeres, especialmente en sectores tradicionalmente ocupados por ellas, como la sanidad, los servicios y el turismo.

Antes de la pandemia las mujeres representaban el 45% de la fuerza laboral, en comparación con el 77% de los hombres. Las mujeres también tienen un impacto significativo en el Producto Interno Bruto nacional, contribuyendo al 65.2% del PIB.

Que las mujeres ocupen más puestos de trabajos en sectores como el de servicios y comercio se debe a que ellas se están preparando más que lo hombres, alcanzando un nivel de escolaridad cada vez mucho mayor. De hecho, en las últimas tres décadas, el porcentaje de mujeres mayores a 15 años con un nivel de escolaridad media superior o superior pasó de 21% al 45%. Este crecimiento tan acelerado no es visto en la población de hombres.

No obstante, el avance de las mujeres en nuestra economía, muchas de ellas siguen laborando en el sector informal, sin acceso a un trabajo bien remunerado o a la seguridad social. El, 55% de todas las mujeres trabajan en el sector informal, un nivel que se ha mantenido desde hace al menos dos años. Buscar que más mujeres tengan acceso a la seguridad social debe de ser un objetivo para los próximos gobiernos.

En México, solo el 8% de las grandes compañías están lideradas por mujeres, a pesar de que las universidades tienen cifras cada vez más equitativas entre hombres y mujeres, es algo que sin duda se necesita cambiar de inmediato.

La educación financiera y la promoción de políticas de género desde la infancia son esenciales para cerrar la brecha en la participación laboral y alcanzar la igualdad en los puestos de toma de decisiones, la igualdad de salarios y la igualdad de posibilidades.

En resumen, las mujeres mexicanas desempeñan un papel crucial en la economía del país, y es fundamental seguir trabajando hacia la equidad de oportunidades y la inclusión en todos los niveles.