El golpe de calor es un trastorno grave causado por el exceso de calor en el cuerpo. Por lo general, ocurre debido a la exposición prolongada a altas temperaturas o al esfuerzo físico en condiciones de calor extremo.
Síntomas del golpe de calor:
Temperatura corporal alta: Un aumento significativo de la temperatura corporal, generalmente 104 °F (40 °C) o más.
Alteración del estado mental o comportamiento: Confusión, agitación, discurso incoherente, irritabilidad, delirio, convulsiones y coma pueden ser consecuencia del golpe de calor.
Cambios en la sudoración: En el caso de golpe de calor debido al calor ambiental, la piel se sentirá caliente y seca al tacto. Sin embargo, si es causado por ejercicio extenuante, la piel podría estar seca o ligeramente húmeda.
Náuseas y vómitos: La persona afectada puede sentirse mareada o vomitar.
Enrojecimiento de la piel: La piel puede volverse roja a medida que aumenta la temperatura corporal.
Respiración rápida: La respiración puede volverse rápida y superficial.
Aceleración del ritmo cardíaco: El pulso puede aumentar significativamente debido al estrés térmico que coloca una carga considerable en el corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.
Dolor de cabeza: La persona puede experimentar dolor de cabeza.
Causas del golpe de calor:
Exposición al ambiente cálido: El golpe de calor puede ocurrir debido a la exposición prolongada a altas temperaturas. Esto suele suceder después de estar en un clima húmedo y caluroso durante períodos prolongados.
Actividad física intensa en climas cálidos: El golpe de calor también puede ser provocado por ejercicio extenuante en condiciones de calor.
Otros factores: Exceso de ropa, consumo excesivo de alcohol, deshidratación, envejecimiento, falta de ventilación adecuada, ciertos medicamentos y condiciones médicas como enfermedades cardíacas y pulmonares también pueden contribuir al golpe de calor.
Si crees que alguien podría estar sufriendo un golpe de calor, busca ayuda médica de inmediato. Llama al 911 o al número local de servicios de emergencia. Mientras esperas el tratamiento de emergencia, lleva a la persona afectada a la sombra o a un ambiente cerrado, quítale el exceso de ropa y enfríala con agua fresca o compresas de hielo. La atención temprana es crucial para evitar complicaciones graves o incluso la muerte1. Si tienes más preguntas o necesitas más información, no dudes en preguntar.